Así nos cuenta Luis, nuestro Jefe de grupo, que es la «Promesa scout»
No es fácil, de hecho he tardado más de dos semanas en poder escribir estas líneas… Muchos de vosotros hace poco nos visteis realizarla por primera vez o renovarla. Es posible que os preguntéis incluso qué sentido tiene esto y más en personas de nuestra edad.
¿Por qué y para qué realizamos los scout esta particular ceremonia?
La promesa es algo muy simple que por sí sola (sin el método scout) no valdría para gran cosa. Por eso valga de ejemplo la historia que os voy a contar. Sucedió en la última formación de un campamento scout. Fue como una especie de bello y misterioso reconocimiento al trabajo bien hecho. Como si el “Gran Jefe” nos estuviese dando su “aprobación” desde lo alto.
Ciertamente nuestros chavales llevaban años haciendo del mundo un lugar mejor donde vivir (esto es cierto y no hay otra forma mejor de expresarlo). Allí donde iban, ya fuera en equipo o de forma individual, eran un ejemplo: llevaban con ellos los valores scouts y demostraban que se podía vivir con alegría, rectitud y coraje. Para nosotros, los scouter, era un orgullo ver como progresaban en sus vidas, cómo daban ejemplo en su casa, en sus estudios en el trabajo… Se podía decir que la Promesa Scout era el centro de sus vidas
Sus padres, algunos de los cuales habían mostrado gran escepticismo al traerlos por primera vez al grupo, nos confesaban su sorpresa, su satisfacción, su cariño, su orgullo… porque la promesa era eso precisamente: la promesa de un futuro alegre y luminoso, un futuro que el escultismo hace posible.